Costra láctea: descubre más sobre esas cascaritas
Antiestética pero inofensiva, la costra láctea es muy común durante los primeros meses de vida.
La dermatitis seborreica infantil, popularmente conocida como costra láctea, es un problema común que suele manifestarse en la cabecita de los bebés durante el primer mes de vida, extendiéndose incluso hasta los 6 meses posteriores al nacimiento.
Se presenta en forma de escamas blancas o amarillentas que se adhieren al cuero cabelludo y al cabello del bebé. Este fenómeno, aunque antiestético, es inofensivo y puede persistir desde unos pocos días hasta varios meses, presentando a veces un aspecto grasoso o seco.
Aunque suele concentrarse en el cuero cabelludo, también puede aparecer en otras áreas como el entrecejo, las cejas o la frente, donde se encuentran concentradas las glándulas sebáceas.
La costra láctea no es resultado de la falta de higiene, sino más bien de una sobreproducción de sebo por parte de las glándulas sebáceas del bebé. Se produce con mayor frecuencia en los bebés amamantados: a través de la leche, recibe hormonas maternas que provocan la grasitud. Aunque menos frecuente, este problema también puede presentarse en bebés alimentados con fórmula, debido a las hormonas transmitidas desde la madre antes del nacimiento.
La costra láctea no es sinónimo de la falta de higiene, y tampoco significa que en el futuro el bebé tendrá cutis o cabello grasos.
Consejos para manejar la costra láctea
Muchas mamás se preocupan por la apariencia de la costra láctea y buscan soluciones médicas. Sin embargo, en la mayoría de los casos, no es necesario intervenir, ya que no representa un riesgo para la salud del bebé ni es contagiosa.
Hay dos opciones principales para abordarla: dejar que las escamas se caigan naturalmente. Otro enfoque es ablandar las costras antes del baño, aplicando aceite para bebés o vaselina en el cuero cabelludo y luego peinando suavemente en la dirección del crecimiento del cabello con un cepillo suave. Es crucial evitar el uso de peines comunes o finos, ya que podrían dañar el delicado cuero cabelludo del bebé.
En ocasiones, se recurre a shampoos especialmente elaborados, pero deben ser recetados por el pediatra, que indicará cuál es el más adecuado para el bebé y en qué forma debe usarse.
Hay que tener en cuenta que la solución puede no ser definitiva: aunque logres quitarla, la costra láctea puede volver a aparecer antes de los 6 meses.
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