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7 consejos para sobrevivir al calor en el embarazo

Con panza… ¡y este calor!

Cuando el calor es demasiado intenso, el cuerpo tiene dificultad para regular su temperatura y eso puede provocar el típico “golpe de calor”, complicación que se da con mayor frecuencia durante el embarazo. Aquí, algunos consejos que te ayudarán a sobrellevar los tórridos días de este verano ardiente.

1. Alimentarse liviano y sano

Cuando hace mucho calor, el apetito disminuye. Sin embargo, es primordial que te alimentes como corresponde. Lo ideal es que comas en forma fraccionada y que evites las comidas copiosas, muy calóricas, con exceso de azúcares y de grasas. El consejo es que optes por platos livianos: ensaladas, tartas, carnes frías… Las verduras crudas y cocidas así como las frutas son óptimas: no solo refrescan sino que aportan agua, fibra, vitaminas y minerales, indispensables durante la gestación.

Importante: poner especial atención a la cadena de frío de los alimentos.

Las verduras crudas y cocidas así como las frutas son óptimas: no solo refrescan sino que aportan agua, fibra, vitaminas y minerales, indispensables durante la gestación.

2. Mantenerse bien hidratada

A través de la transpiración y de la orina se elimina gran cantidad de líquido, que es preciso reponer para evitar la deshidratación. Por eso, la indicación para cualquier adulto es tomar, como mínimo, 2 litros de agua por día. Y más aun durante el embarazo, porque debido a los cambios fisiológicos el requerimiento es incluso mayor.

No esperes a sentir sed para beber: lo ideal es tener siempre una botellita de agua a mano y tomarla de a sorbitos con frecuencia. Y si te cuesta tomar agua, se puede completar la cantidad recomendada con jugos naturales, gelatinas, helados de agua, té frío…

Una adecuada ingesta de líquidos te ayudará a aliviar algunas de las molestias típicas de la gestación, como la constipación, los calambres, las piernas hinchadas y la sequedad cutánea.

Consejo: no abuses de las infusiones calientes: no solo te darán más calor sino que tanto el té como el café y el mate contienen cafeína, que favorece la pérdida de líquido. Y por supuesto, no consumas bebidas alcohólicas.

Una adecuada ingesta de líquidos te ayudará a aliviar algunas de las molestias típicas de la dulce espera.

3. Usar ropa cómoda

Evitar los tejidos sintéticos. Vestirse con prendas holgadas, en lo posible de algodón (permite que la piel respire y alivia la sensación de calor), y de colores claros que absorben menos radiación solar.

Usar calzado cómodo y fresco, y evitar tacos y plataformas.

4. Refrescarse

El agua refresca y es una excelente aliada a la hora de bajar la temperatura corporal. Si vas a la playa date chapuzones con frecuencia, pero debes evitar las olas muy grandes, ya que pueden golpearte o arrastrarte. Las piscinas son otra buena alternativa para sobrellevar un verano ardiente. Consejo: bajar por la escalerita, y no tirarse desde el borde.

¿Lo sabías?
Mojarse las muñecas, la parte interna del codo y la nuca con agua fría ayuda a bajar la temperatura del cuerpo.

5. Evitar las altas temperaturas

Las temperaturas muy elevadas pueden provocarte un golpe de calor. Cuando estás en casa, mantener los ambientes ventilados y lo más frescos posible. Si hay aire acondicionado, ponerlo en 24ºC; si no lo hay, refrescar los ambientes con un ventilador.

Si debes salir, tratar de que sea temprano por la mañana o al caer la tarde, fuera de los horarios más calurosos.

6. Controlar la actividad física

La actividad física es súper recomendable durante la gestación, pero por supuesto en forma moderada. Para hacer ejercicio, usar ropa adecuada e hidratarse antes de comenzar y al finalizar.

Cuando hace calor es ideal practicar natación o realizar caminatas, pero evitando las horas más cálidas así como los días de temperaturas extremas.

¿Pies hinchados?
Es un clásico del verano para toda futura mamá. No hay nada que puedas hacer excepto usar calzado cómodo, sin tacos, moderar el consumo de sal y descansar todo lo posible.

7. Cuidarse del sol

El verano es la época ideal para disfrutar del aire libre, pero siempre protegida de los rayos UV, y sobre todo si estás embarazada.

Evitar exponerte al sol entre las 11 y las 16. Una sombrilla, una carpa, un árbol frondoso o un sitio reparado son indispensables si vas a permanecer mucho tiempo en la playa o al aire libre. Usar sombrero y un buen protector solar. Además de los conocidos daños que causa en la piel, durante la gestación el sol puede provocar manchas en el rostro (melasma), debido a la mayor pigmentación típica de esta etapa.

Con el asesoramiento de Dr. Mario Sebastiani, Médico obstetra

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