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Cuarentena: cómo entretener a los chicos en casa

A esta altura de la cuarentena por el coronavirus, ya es un verdadero desafío mantener a los chicos entretenidos en casa. Con un poco de imaginación, es posible hacerlo con elementos que están al alcance de la mano.

Son tiempos atípicos, para todos. Los adultos -en muchos casos- seguimos trabajando desde casa. Los chicos no van al colegio, y aunque tienen tareas escolares online, hay momentos del día (ni que hablar los fines de semana) en los que no saben qué hacer. Tanto tiempo libre y sin salir a la calle, los abruma.

Y por supuesto, no es opción llevarlos a la plaza, ni al cine, ni a comer afuera ni invitar a un amiguito a casa. Surge entonces la inquietante pregunta: “Estoy aburrido, ¿qué puedo hacer?”.

Ma, estoy aburrido

En muchos casos, los chicos están encriptados en una rutina obligada de pasatiempos: mirar TV, jugar con la tablet o videojuegos. Pero existen otras opciones -hasta el momento ignoradas- que también pueden significar un gran entretenimiento. También está bueno hacer cosas que, por el solo hecho de ser diferentes a las habituales, les resultan recreativas. Es una excelente oportunidad de encarar actividades diferentes, y por qué no, aprender cosas nuevas.

En estos tiempos de cuarentena, los padres tenemos que ayudar a proponer ideas y sugerir tareas, donde la creatividad y la originalidad de cada uno no tienen límite. Y no se trata de jugar con el juguete más caro ni con la última tecnología. Va mucho más allá. Y lo cierto es que uno también puede divertirse de a dos… o solo. ¿Qué sugerirles entonces? Acá van algunas ideas.

Distintas propuestas

A la hora de pensar cómo mantenerlos entretenidos en casa más allá de la tele, la compu o los jueguitos, podemos explorar muchas alternativas conocidas -y otras nuevas- con elementos que, la mayoría de las veces, tenemos al alcance de la mano. Solo hace falta un poco de imaginación.

  • Juegos de mesa. Muchos de nosotros hemos pasado gran parte de nuestra infancia reunidos en familia en torno a un juego de mesa. Y en la gran mayoría de los hogares (tal vez al fondo del placard) hay alguno. ¿Por qué no “desempolvarlo” y jugar con nuestros hijos? Seguramente son desconocidos para ellos, y una excelente excusa para juntar a la familia y divertirnos a la par de ellos. Y si no hay juegos de mesa, se puede recurrir al legendario Tutti Frutti (no hace falta más que hojas de papel y lápices) para jugar y ejercitar nuestra mente.
  • Rompecabezas. Los hay de pocas piezas, especiales para chicos, y también los hay más complejos, para adultos. Si hay alguno en casa, ¡sacalo! Es una actividad que a los chicos les encanta y que puede realizarse en familia, en los ratos libres (¡y lejos de las pantallas!).
  • Construcciones con material de descarte. Con la infinidad de objetos que quedan fuera de circulación pueden hacerse muchas cosas nuevas. En todas las casas hay pedacitos de tela, cajas o cajitas vacías, frasquitos, hilos, etc., que serán de utilidad. Entre las cosas que desechamos, las formas, texturas y tamaños son variados. Combinarlos y darles sentido será tarea de cada uno.
Nene con avioncito descartable
  • Frascos con colores. Al mezclar tiza rallada con sal fina, ésta se colorea. Se puede llenar un fraco vacío y transparente con capas de diferentes colores. Una vez lleno, puede meterse un palito de brochette o escarbadientes por el borde interno (entre la sal y el envase) y empujarla suavemente hacia abajo, de modo que la sal coloreada de arriba comience a llenar el “caminito” que va haciendo el palito. ¿Resultado? Dibujos y formas increíbles.
  • Tallado en jabón. Más blando que la madera, el jabón permite emplear herramientas que no resulten peligrosas: un cuchillito de juguete, una cucharita, un palito de madera, para esculpir las formas más variadas.
  • Mirar fotos viejas. A los chicos les encanta ver fotos de ellos cuando nacieron, de su mamá cuando estaba embarazada, de cómo eran sus papás cuando eran chiquitos. Aprovechen y saquen los “álbumes” de fotos: para ellos tiene un gran magnetismo ver fotos “en papel”, como las de antes. Es una inmejorable oportunidad para ver fotos de sus familiares, y de poder comprender también cómo está conformado el árbol genealógico de la familia (¡además de pasar horas entretenidos!).
  • Esculturas en arcilla o plastilina. Y como estamos en cuarentena, también pueden ser masa hecha en casa, que puede colorearse con el colorante vegetal que se usa para repostería.
  • Armar un picnic puertas adentro. Algo tan sencillo y cotidiano como merendar, puede transformarse en una verdadera aventura para los chicos, en las que todos pueden colaborar y ser parte. Es suficiente contar con una lona, un mantel, o una manta, y una gran bandeja en la que pondrán todo lo necesario para este picnic.
  • Cuadros. Aquí la imaginación no tiene límites. Desde los primeros garabatos de los más chiquitos, cuadros con las huellitas de las manos, dibujados con crayones, con acuarelas o témperas, combinados con texturas y distintos elementos (plasticola, telas, hilos, etc.). Lo importante es hacer de este momento una verdadera “ceremonia”: en vez de dejar a su disposición un papel y un lápiz y ya, “preparar” todo el escenario para crear una obra de arte. Por ejemplo, planificando cómo será, pensar junto a los pequeños qué elementos podríamos utilizar para realizarlo, reunir todo lo necesario, y recién entonces, dar rienda suelta a su creatividad.
  • Amasar pan o pizza. Si hay algo que a los chicos les encanta es amasar y encastrarse las manitos. ¿Por qué no aprovechar entonces y amasar pan o una pizza junto a ellos? Además, de ser lúdico, a la noche podrán disfrutarla todos juntos en la cena. Te dejamos el link de una receta de pizza que no falla (Receta de Pizza Casera). A lavarse bien las manos… ¡y a amasar!
  • Cocinar juntos. Lo que para vos puede ser cotidiano (y muchas veces tedioso) para los más chiquitos puede resultar sencillamente fascinante. Pueden, por ejemplo, preparar juntos milanesas (podés pedirles que las rebocen), o a preparar galletitas para la hora de la merienda. ¡Les va a encantar!
  • Lean juntos un libro. La cultura de la lectura se inicia desde la infancia. Y a pesar de la gran tecnología que hoy los rodea, a todos los chicos les gusta que les cuenten un cuento o les lean un libro.
  • Cartel personalizado. A los chicos adoran el dormitorio lleve la inscripción de su “dueño”. Y muchas de las opciones anteriores pueden aplicarse para realizar este trabajo. El broche final será darle un buen barniz para evitar que se deteriore.
  • Bailen juntos. Sólo necesitan ropa cómoda, música, y poner el cuerpo en movimiento, tan necesario en esta etapa. En YouTube hay cientos de propuestas para seguir.
Nena pintando
  • Pintar con materiales. Además de usar pinceles, ¿por qué no probar los efectos que dejan a su paso un bollo de papel, una bolsa de plástico, un pedazo de goma, esponja o trapos de diferentes tramas? A la hora de elegir la superficie, se puede optar por papel, un espejo, un trozo de acrílico, una piedra, un papel de lija, chapa, tela, madera… en fin, lo que haya en casa y pueda usarse.
  • Desarmado e investigación. Los chicos son curiosos por naturaleza. Un viejo reloj que ya no sirve, una linterna que no funciona, un electrodoméstico que no anda… lo interesante es desarmar. Esta es una buena oportunidad para permitirles entrar en el interior de una “máquina”. Las hipótesis que ellos construyen acerca de lo que ven, de cómo funcionan las cosas, resultan sumamente divertidas. Y por cierto, aunque nos suenen disparatadas, sus teorías son de lo más valiosas. Todos los postulados científicos nacieron de algunas primeras hipótesis, tal vez disparatadas.
  • Búsqueda del tesoro. Seguro, algo que nos remite a nuestra infancia. El “tesoro” puede ser un juguete, un chocolate, lo que sea. ¡Lo importante es encontrarlo! Para eso, vamos a ir “sembrando” con anterioridad distintas pistas en la casa, que lleven a la siguiente pista… Y ya que las Pascuas se aproximan, es un inmejorable momento para esconder el huevito o galletitas de la ocasión.
  • Mirar juntos películas o dibujitos animados. Todos llevamos un niño adentro. Es hora de sacarlo y de compartir con nuestros hijos una película. Prepará la escena como si fuera un cine. A oscuras, en silencio… y si hay pochoclo para hacer en casa, ¡tanto mejor!
  • Acampar en el living. Ideal para una noche del fin de semana. Improvisá una “carpa” (podés usar sábanas sostenidas con palos de escoba o lo que fuere), y si no tenés bolsas de dormir, podés inventarlas con acolchados o frazadas, sobre alguna colchoneta o almohadón grande. Sin duda será una experiencia inolvidable.

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