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Fiebre amarilla

Si estás planificando viajar, es importante saber que en determinados destinos, es aconsejable -y muchas veces un requisito- recibir la vacuna.

La fiebre amarilla es una enfermedad viral que se transmite por la picadura de algunas especies de mosquitos infectados. La variedad Aedes aegypti (la misma que transmite Dengue, Zika y Chikingunya) puede transmitirla a los humanos. Este insecto tiene hábitos diurnos: el horario de mayor actividad -y en el que se alimenta- es, por lo general, en las dos horas después del amanecer y en las dos horas previas al atardecer.

Si bien en un 85% de los casos la fiebre amarilla es benigna, en el 15% restante puede evolucionar a formas graves, con manifestaciones hemorrágicas, y una mortalidad que puede llegar a casi el 50%.

Una vez contraída no tiene tratamiento, pero sí es posible prevenirla: la vacunación es lo más efectivo, acompañada del uso de repelentes para piel y ropa.

Zonas de riesgo

En Argentina existe un algo riesgo de contraer la enfermedad en provincias como Misiones y Formosa, y en algunos departamentos de Corrientes, Chaco, Salta y Jujuy.

La fiebre amarilla también está presente en las regiones tropicales y subtropicales de otros países de Sudamérica, como por ejemplo Brasil.

El riesgo de infección es más alto en viajes a África (en especial en la región sub-sahariana) que en destinos de Sudamérica.

La vacuna

La mejor forma de prevención de la fiebre amarilla es la vacunación. Debe ser aplicada al menos 10 días antes del viaje, ya que este es el tiempo que demora en generar una cantidad de anticuerpos capaz de brindar protección contra la enfermedad. Se aplica una única dosis y brinda inmunidad de por vida.

¿Quiénes deberían vacunarse?

Las personas que viven en lugares donde circula el virus, así como los que viajan a zonas de riesgo o a países en los que la inmunización es un requisito para el ingreso, que estén en condiciones de recibirla.

En algunas personas (0-42%) pueden presentarse algunos efectos adversos, entre 5 y 10 días después de la aplicación de la vacuna. Los más frecuentes y leves son dolor de cabeza, fiebre, malestar general, y una reacción en el lugar de aplicación.

Si bien puede tener efectos más importantes, son mucho menos frecuentes.

La mejor forma de prevención de la fiebre amarilla es la vacunación.

Quiénes no pueden vacunarse

La vacuna contra la fiebre amarilla está elaborada con virus vivos y atenuados. Por esta razón, tiene contraindicaciones y no todas las personas pueden recibirla. ¿Quienes no deben vacunarse?

  • Menores de 6 meses.
  • Mujeres embarazadas.
  • Personas inmunodeprimidas (que cursen Enfermedad del Timo, Miastenia Gravis, pacientes oncológicos, trasplantados o con infección por VIH, o quienes reciban medicación con corticoides o quimioterapia).
  • Personas alérgicas al huevo y sus derivados.
  • Adultos mayores de 60 años (son un grupo de riesgo por tener mayor probabilidad de sufrir los efectos adversos asociados a la vacuna). En este caso, la indicación puntual debe ser consensuada por el médico de cabecera y el infectólogo.

De todas formas, tanto en pacientes inmunocomprometidos, en embarazadas, en mayores de 60 años, y en quienes la vacunación es una precaución, el equipo tratante siempre debe analizar a cada paciente en forma individual, y evaluar los riesgos y beneficios que la vacunación tiene en cada uno de ellos.

Debido a que está elaborada con virus vivos y atenuados, no todas las personas pueden recibir la vacuna.

¿Y los bebés?

Los lactantes sólo pueden recibir la vacuna a partir de los 9 meses de vida, y -en casos excepcionales- a partir de los 6 meses.

En Argentina, desde el año 2007, el Calendario Nacional de Vacunación contempla esta inmunización para niños a partir del año de vida que viven en áreas de alto riesgo para fiebre amarilla (incluye los departamentos de nuestro país que limitan con Brasil y Bolivia).

¿Es obligatoria?

Esta es la única inmunización que puede ser exigida para ingresar a determinados países. Sin embargo, no todos los países en los que existe riesgo de transmisión es un requisito para el ingreso. En la República Argentina no se exige Certificado de Vacunación. En otros, en cambio, es una exigencia para los turistas. Por este motivo, si estás planificando un viaje al exterior, lo mejor es asesorarte previamente con el consulado de ese país.

De todas formas, al ser una vacuna que no todos pueden recibir, quienes viajen a un país donde es condición la presentación del certificado pero están dentro del grupo de personas que no puede vacunarse, podrán solicitar un certificado de exención.

Dónde vacunarse

La vacuna es gratuita y se puede aplicar en Sanidad de Fronteras o en delegaciones sanitarias de todo el país, con turnos solicitados previamente (a través de la web o por teléfono, respectivamente). También en centros de vacunación privados que extiendan el certificado con validez internacional.

Haciendo click en este link podrás consultar las delegaciones que aplican la vacuna.

Asesoró Dra. Cecilia Torroija – Médica Infectóloga y Especialista en Medicina del Viajero.
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