Resfríos en el embarazo

Los resfríos no hacen distinciones: afectan a grandes y chicos, sin importar el género… ¡ni el embarazo! Y aunque se trata de un cuadro leve, el malestar es real y puede hacerse sentir con fuerza.
¿Qué es un resfrío?
Cuando hablamos de resfrío, nos referimos a una infección viral del tracto respiratorio superior, es decir, que compromete la garganta, la nariz, los oídos y, a veces, los ojos. Por eso aparecen los síntomas típicos: congestión nasal, ojos llorosos, dolor de garganta, sensación de cabeza pesada, tos persistente e incluso unas líneas de fiebre.
Cómo prevenir el contagio
El resfrío se transmite a través del contacto directo con las secreciones nasales o bucales de una persona enferma, o bien mediante objetos contaminados. Por eso, la prevención se basa en hábitos simples pero eficaces:
- Lavarse las manos con frecuencia.
- Cubrirse la nariz y la boca al estornudar o toser, usando pañuelos descartables o el pliegue del codo.
- Desechar los pañuelos descartables inmediatamente después de usarlos.
- Enseñar a los niños a lavarse las manos con agua y jabón después de sonarse la
nariz. - Desinfectar con frecuencia juguetes, picaportes, mesas y superficies de uso común.
- Ventilar a diario todos los ambientes de la casa.
Los resfríos son tan frecuentes que representan el 50% de las infecciones respiratorias superiores.
Tratamiento durante el embarazo
Con la llegada del frío, abundan las publicidades de productos que prometen terminar con la tos y los síntomas del resfrío. Pero ¡atención!: estos medicamentos combinan diferentes drogas -como antialérgicos (antihistamínicos) y descongestivos nasales (pseudoefedrina)- que no deben tomarse sin indicación médica durante el embarazo. Lo mismo ocurre con los expectorantes y antitusivos, ya que pueden resultar perjudiciales para al bebé.
¿Qué hacer entonces para aliviar las molestias? Recurrir a los tratamientos caseros que suelen dar buenos resultados:
- Baños de vapor o nebulizaciones con unas gotas de solución salina para destapar la nariz y fluidificar las secreciones.
- Té con miel y limón para suavizar la garganta.
- Si hay alguna línea de fiebre, el paracetamol es el antitérmico recomendado durante el embarazo.
Desechá las toallitas y pañuelos descartables inmediatamente después de usarlos.
¿Cuándo consultar al médico?
Si estás embarazada y te resfriaste, no te alarmes: el resfrío no afecta al bebé. Lo más importante es que te recuperes bien, descanses, te hidrates y alimentes adecuadamente.
Consulta a tu obstetra si:
Tenés fiebre alta (más de 38 °C) y/o si se mantiene durante varios días.
Presentás respiración agitada y tos (a veces el cuadro puede complicarse con otitis, sinusitis o neumonía, y requerir tratamiento antibiótico).
¿Y si es COVID?
Algunos síntomas del resfrío (como la congestión nasal, la tos o el malestar general) pueden ser similares a los de la gripe o el COVID-19. Si tenés dudas, síntomas persistentes o contacto estrecho con un caso confirmado, es importante que lo consultes con tu obstetra para evaluar si corresponde realizar un test o tomar medidas especiales.
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