Tercer trimestre de embarazo: así crece tu bebé semana a semana 

¡Bienvenida al emocionante tercer trimestre de embarazo! Durante estas últimas semanas tu cuerpo experimentará notables cambios mientras te preparás para recibir a tu bebé. 

Cambios en tu cuerpo

Durante el tercer trimestre de embarazo, y a medida que pasan las semanas, la panza se vuelve más prominente y las contracciones se hacen más evidentes y frecuentes; notarás que tu vientre se pone duro durante estas contracciones, lo cual es totalmente normal. 

No te preocupes si, de a ratos, no sentís movimiento: el bebé podría estar dormido, o simplemente tranquilito. 

Tu bebé llega a moverse tanto que, al observar tu panza en especial cuando estás acostada, podrías notar bultos similares a “chichones”. No te asustes si sentís contracciones durante un orgasmo, tras un día muy agitado o cuando tu bebé se mueve bruscamente; esto es totalmente normal.

Molestias en el tercer trimestre 

En esta etapa, es posible que experimentes algunas molestias comunes.

• Dificultad para dormir por la noche: podría convertirse en una constante
• Agitación: es completamente normal sentirte más agitada. 
• Hinchazón en las piernas y en los pies: es muy probable que lo experimentes. 
• Acidez estomacal.
• Necesidad frecuente de orinar. 

Controles médicos 

En el tercer trimestre las visitas al médico serán más frecuentes y cruciales para vigilar tu bienestar y el de tu bebé. A partir de la semana 33, los controles obstétricos se realizarán cada 2 semanas, y durante el último mes es probable que tu médico quiera verte semanalmente, hasta la fecha del parto. No dejes de asistir a ninguna consulta, ya que son fundamentales.

Entre las semanas 28 y 32, tu obstetra te pedirá una nueva ecografía para controlar el crecimiento y la posición de tu bebé, así como las características de la placenta y el volumen de líquido amniótico. También te indicará otro análisis. En ocasiones, en las semanas 36 o 37 podría solicitarte un monitoreo fetal, estudio diagnóstico complementario que registra simultáneamente los latidos del corazón del bebé y las contracciones uterinas.

Así crece tu bebé

En el tercer trimestre de embarazo, tu bebé ya está todo formadito, y sólo le falta madurar. Se encuentra en posición fetal, con las piernitas encogidas y los brazos flexionados y replegados sobre el pecho. A lo largo del tercer trimestre crecerá mucho. ¡Ya es todo un bebé! 

• Semana 25: tiene un largo total de 32 centímetros y pesa alrededor de 700 gramos. A esta altura, puede reaccionar ante sonidos que le son familiares. El bebé duerme muchas horas, y a su propio ritmo.

• Semana 26: los pulmones siguen desarrollándose y comienzan a producir surfactantes, sustancia que favorece la maduración pulmonar. El surfactante logra que los sacos de aire de los pulmones se inflen, y también evita que colapsen y se peguen cuando se desinflan. El bebé avanza en su crecimiento: tiene una altura de 33 centímetros y un peso aproximado de 800 gramos. 

• Semana 27: con una longitud de 35 centímetros y un peso de alrededor de 900 gramos, tu bebé comienza a reconocer las voces de sus padres, especialmente la de mamá, y es capaz de oír la música. 

• Semana 28: el peso del bebé fluctúa entre 1.000 y 1.100 gramos. Su cerebro en crecimiento, su piel aún está arrugadita, y ya tiene pestañas en sus ojitos. 

• Semana 29: con aproximadamente 35 centímetros y un peso de 1.200 gramos, tu bebé se vuelve más proporcional, patea con vigor y se estira. Además, sigue acumulando grasa debajo de su piel, adquiriendo una apariencia más “rellenita”. Puede mover los ojos y percibe la luz. 

• Semana 30: Tu bebé mide más o menos 37,5 centímetros y pesa cerca de 1.300 gramos. Alrededor de esta semana la mayoría de los bebés adoptan la posición cefálica (cabeza abajo), y así permanecen hasta el momento del parto. Su pelito sigue creciendo. ¡Ya puede abrir y cerrar los ojitos mientras está despierto! 

• Semana 31: Totalmente formado, tu bebé solo necesita aumentar la capa de grasa por debajo de su piel. Con un peso aproximado de 1.500 gramos y mide algo más de 39 centímetros, su piel comienza a mostrar un tono rosado, y sus uñas ya llegan al borde de los dedos de las manos. El cabello sigue creciendo. 

• Semana 32: Midiendo unos 40 centímetros y pesando entre 1.700 a 1.800 gramos, tu bebé comienza a perder el lanugo que protegió su piel en los meses anteriores. Sus cinco sentidos funcionan bien; ya escucha perfectamente y se familiariza con las voces de su mamá y su papá. Ya tiene uñas en sus piecitos. 

• Semana 33: se registra la mayor cantidad de líquido amniótico. Con alrededor de 41 centímetros y un peso de unos 1.900 gramos, sus pupilas pueden cambiar de tamaño ante un estímulo lumínico, y sus huesos continúan endureciéndose. 

• Semana 34: Con un peso de alrededor de 2 kilos y una talla aproximada de 42 centímetros, tu bebé sigue creciendo y desarrollándose. 

• Semana 35: Tu bebé pesa alrededor de 2.100 gramos (como un melón), y mide unos 45 centímetros. La piel se vuelve más lisa y suave semana a semana. 

• Semana 36: Con aproximadamente 46,5 centímetros y un peso de unos 2.500 gramos, los movimientos pueden ser menos vigorosos debido a su crecimiento: está cada día más grande y el lugar comienza a escasear. ç

• Semana 37: Tu bebé alcanza los 2.900 gramos y 48 centímetros. El bebé ya está listo para nacer. En esta semana podría descencer hacia la pelvis.

• Semana 38: con un aumento de unos 30 gramos diarios, puede llegar a pesar 3.100 gramos. El lanugo desaparece casi por completo, aunque puede persistir en algunas zonas. Tu bebé cada vez tiene menos lugar para moverse. 

• Semana 39: Tu bebé ya está listo para llegar al mundo, pesando entre 3.000 y 3.200 gramos (como una sandía baby) y midiendo alrededor de 50 centímetros. Los pulmones del bebé siguen madurando y se preparan para la respiración. Su cuerpito acumula grasa para regular la temperatura corporal después del nacimiento. En los varoncitos, los testículos descienden al escroto.

• Semana 40: Con un peso promedio de 3.400 gramos y una talla de entre 50 a 53 centímetros, tu bebé está completamente formado y listo para su gran debut. De todas formas, hay que tener en cuenta que no todos los bebés sanos pesan ni miden lo mismo. La sustancia blanca que cubre su piel (vérnix caseoso) ha desaparecido casi por completo, aunque permanecerá en algunas partes. Lo mismo sucede con el lanugo, la fina vellosidad que reviste el cuerpito. No te inquietes si llega la fecha probable de parto y tu bebé aún no ha nacido: como su nombre lo sugiere, se trata de un cálculo aproximado. 

¡La espera llega a su fin, y la emocionante bienvenida a tu hijo está a punto de comenzar!

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