¿Por qué es importante festejar el cumpleaños de los chicos?
Para todo niño, es fundamental sentir que su llegada al mundo fue motivo de alegría, y que eso se sigue celebrando con el paso del tiempo. Celebrar el cumpleaños de los niños refuerza su autoestima, crea recuerdos felices y los ayuda a aprender valores importantes.
“Ma, ¿cuánto falta para mi cumple?”
Esta pregunta, que escuchamos incontables veces al año, revela lo importante que es para los chicos festejar su cumpleaños. Es una fecha que esperan con ilusión y les ayuda a organizar el tiempo en su cabeza. Para ellos, el año se divide en dos partes: lo que sucede antes y después del cumple.
Las fiestas, en general, dan un sentido positivo al paso del tiempo y en la infancia cumplen un rol esencial. Los cumpleaños, junto a otras celebraciones como Navidad o Año Nuevo, son días que los chicos esperan con mucha emoción. Involucrarlos en los preparativos de la fiesta les permite vivir la experiencia de manera aún más intensa, y es una excelente oportunidad para fortalecer los lazos familiares.
El significado del primer cumpleaños
El primer cumpleaños de un bebé suele ser más para los adultos que para el propio pequeño. En esa etapa, el niño aún no es consciente del evento, pero a medida que va creciendo, y una vez que viven un cumpleaños siendo conscientes de ello, el festejo se convierte en uno de los momentos más esperados y anhelados del año.
Para los chicos es clave sentir que su nacimiento fue motivo de alegría y que sigue siendo un motivo para celebrar. Festejar su cumpleaños refuerza nuestro amor por ellos y les confirma el cariño que sus seres queridos sienten por ellos. Esa seguridad emocional es vital para su desarrollo, ya que ayuda a consolidar la autoestima y fortalecer su confianza.
Los regalos: más que objetos
Recibir un regalo es mucho más que obtener un objeto; es una forma de expresar afecto. Los regalos que el niño recibe para su cumpleaños son una demostración de amor, y esa repetición anual es una forma de garantizarle que sigue ocupando un lugar importante en su familia. No es necesario que los obsequios sean costosos. Lo que importa es que estén pensados en función de los intereses del niño. eso no quiere decir que deban ser costosos, sino elegidos pensando en el chico y en sus intereses.
A veces, los chicos piden lo que ven en la televisión o lo que está de moda, sin entender si eso está dentro del presupuesto familiar. En esos casos, se puede guiar la conversación y ofrecerles varias opciones o simplemente dejarlos sorprenderse con una “sorpresita”. Este es un buen momento para que aprendan, poco a poco, el valor de las cosas y del dinero.
Pero sin duda, lo que realmente hace especial su cumpleaños no son los regalos, sino el hecho de ser el “el rey” o “la reina” del día. Esa fecha, sienten que son el centro de atención, que pueden pedir y recibir cosas que en otros momentos no obtendrían. Es su día, y esolos hace sentir únicos y valorados.
Los buenos recuerdos duran toda la vida
Las experiencias vividas en la infancia, sean de alegría o de tristeza, quedan guardadas en la mente de los niños. Los recuerdos felices, como los de festejar el cumpleaños, les brindan confianza y la seguridad, reforzando la idea de que son amados. Estos momentos de celebración, que quedan guardados en fotos y en la memoria, serán importantes refugios emocionales en momentos difíciles a lo largo de su vida. ¡Qué mejor oportunidad, entonces, que la que ofrece el festejo por el nacimiento!
Pero para que su cumpleaños sea un lindo recuerdo, no es necesario organizar una súper fiesta o gastar grandes sumas de dinero. Lo importante es que el niño sienta el amor y la alegría de su familia, y esas son sensaciones que no dependen de los recursos económicos. Esas son sensaciones que el dinero no puede comprar.
Aprender a esperar
Uno de los desafíos más grandes durante la infancia es aprender a esperar. Los chicos suelen ser muy impacientes y tienen una necesidad casi constante de satisfacer sus deseos de inmediato. Sin embargo, el cumpleaños es una gran oportunidad para enseñarles a tolerar la espera. Es un evento que se celebra solo una vez al año, lo que les ayuda a comprender que algunas cosas valiosas requieren tiempo.
El entusiasmo que sienten mientras esperan su cumpleaños puede transformarse en una espera activa, una que les permita disfrutar de los preparativos, la organización y la planificación de ese día tan especial. De esta manera, aprenden que la espera no tiene por qué ser angustiante, sino que puede ser una fuente de emoción y alegría.
Una celebración llena de aprendizajes
El cumpleaños no es solo una fecha para recibir regalos y ser el centro de atención. Para los chicos, es una oportunidad para aprender a compartir, a colaborar en los preparativos, y a disfrutar de la compañía de sus amigos y familiares. También es un momento en el que aprenden a relacionarse con los demás, a respetar ciertas normas, y a desarrollar su autoestima.
Además, estas celebraciones ayudan a estimular la creatividad del niño, ya sea pensando en la temática de la fiesta o en la decoración. También contribuyen a ampliar su red de relaciones sociales, fortaleciendo sus habilidades para interactuar con otros chicos en un ambiente de diversión.
La magia de celebrar
Festejar el cumpleaños de un niño no es solo un acto simbólico, sino una oportunidad para reforzar su sentido de pertenencia y autoestima. Los cumpleaños les recuerdan que son amados y valorados, y ese mensaje, repetido año tras año, tiene un impacto profundo en su desarrollo emocional.
Es responsabilidad de los adultos crear un ambiente familiar que mantenga la magia de estos momentos, haciendo que cada cumpleaños sea un día especial que refuerce los lazos afectivos y ayude a los chicos a crecer con confianza y alegría.
Asesoró: Dra. Mariana Czapski, Psicóloga y Especialista en Psicología Clínica
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