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Las fontanelas del recién nacido 

Observando la cabecita de tu recién nacido, notarás dos áreas claramente suaves, también conocidas como “molleras”. Veamos de qué se trata. El cráneo está formado por diversos huesos que cubren el cerebro, pero al nacer, estos huesos no están fusionados, sino que están separados entre sí por unos espacios de 2 a 3 mm, hecho que obedece a una razón de la sabia naturaleza. En el momento del parto, los huesos de la cabecita se superponen (se montan unos encima de otros); de este modo, el diámetro del cráneo se reduce y puede pasar más fácilmente a través del canal de parto. Y hay un motivo más: al no estar unidos los huesos del cráneo, permiten un crecimiento adecuado del cerebro en los primeros años de vida; de esta forma, el cráneo puede crecer conforme se desarrolla el cerebro. 

¿Qué son fontanelas?

Las fontanelas son áreas blandas que conectan los huesos del cráneo que aún no se ha unido. También llamadas molleras, hay una fontanelas anterior y una posterior. La anterior se localiza en la parte delantera superior, próxima a la unión de los huesos parietales con el frontal. La posterior es más pequeña y se ubica en la parte de atrás de la cabeza, entre los dos huesos occipitales. 

Al tacto, son blandas y se encuentran algo hundidas: es normal. Asimismo, es habitual que latan y tampoco debe preocupar. De hecho, las molleras son mucho más fuertes de lo que los padres piensan: la membrana que las cubre es muy resistente. 

¿Cuándo se cierran las fontanelas? 

Las fontanelas se cerrarán gradualmente con el tiempo. La anterior se cierra en un rango amplio de edades, entre los 8 y los 18 meses. La fontanela posterior, en cambio, suele cerrarse alrededor de los 2 meses.

¿Cuándo consultar? 

Es necesario consultar al pediatra en los siguientes casos: 

  • No se perciben las fontanelas al tacto. 
  • Las fontanelas se cierran prematuramente. 
  • Si mientras la cabecita se encuentra erguida y el bebé está tranquilo y no está comiendo, las fontanelas están tensas o hinchadas. 
  • Si la cabecita tiene forma asimétrica, alargada o irregular. 
  • Si la cabeza no crece a medida que el bebé se desarrolla.

Estos signos deben ser evaluados por un profesional de la salud para garantizar el bienestar del bebé.

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