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Cómo ayudarlo a dejar el chupete

Acompañó a tu bebé en los momentos de ansiedad y le brindó alivio. Sin embargo -como todo lo que está limitado a cumplir una función en un período determinado – este elemento también está destinado a ser abandonado. La cuestión es aprender a dejar el chupete sin grandes sufrimientos.

Succión, etapa oral y chupete

El abandono del chupete coincide con la finalización de la etapa oral, que transcurre hasta aproximadamente los 2 años. En este período la actividad del bebé se centra casi exclusivamente en su boca, y la succión no solo cumple la función de alimentarlo sino la de apego. Es decir, representa la continuidad del vínculo materno, del amor, los mimos, así como un gran consuelo en los momentos de angustia y ansiedad. Es precisamente en esta función de apego donde se centra la dificultad para dejar el chupete. Es comprensible: nunca es fácil renunciar a aquello que nos da satisfacción.

Un proceso natural

Dejar el chupete, así como de la teta, la mamadera y los pañales, es parte de las primeras separaciones y pérdidas que debe experimentar el bebé. Los pediatras recomiendan dejarlo alrededor de los 2 años, aunque puede ser un poco antes (al año o año y medio), o bien un poquito después. 

Lo natural es que, poco a poco, tu bebé vaya necesitándolo cada vez menos, primero durante el día y luego a la noche, hasta que finalmente desista por completo. Cuando notes que eso está ocurriendo, lo ideal es comenzar a sacarlo de su vista. Se lo puede guardar en algún lugar y dárselo únicamente si lo pide, porque la idea es que lo use cada vez menos. Y cuando lo pida, no dárselo enseguida sino entretenerlo diciendo, por ejemplo: “Uy, lo dejé en la otra cartera, cuando lleguemos a casa te lo doy”. Gradualmente, dejará de ser algo que está todo el tiempo presente para ocupar solo algunos momentos. Así, un día se olvidará de pedirlo a la noche y comenzará a abandonarlo, casi sin darse cuenta, como un proceso natural.

Fin de una etapa

Cuando hablamos de dejar el chupete, el tema suele centrarse en las distintas estrategias que apuntan a convencer al chiquito a aceptar la decisión. Es decir se hace foco en el niño como quien tiene la dificultad para abandonarlo. Pero lo cierto es que este proceso -que incluye la idea de pérdida, separación y duelo, y que representa el final de la etapa de ser bebé- involucra también a los papás. ¿Están preparados para dejar atrás ese hermoso “mundo bebé” y pasar a tener un niño pequeño? 

No es raro que la mamá sienta que está feliz de que crezca. Sin embargo, si se detiene a reflexionar un poco más, es posible que sienta la añoranza de esa personita que antes estaba en sus brazos y que ahora anda correteando. De hecho, no es raro que en este período surja el deseo de tener otro bebé, de volver a comprar ropita… En otras palabras, el anhelo de prolongar esta época un poquito más. Muchas veces -inconscientemente- la mamá tiene miedo de que esas primeras pérdidas resulten traumáticas. Por eso, por un lado le dice que está grande y tiene que dejar el chupete, pero es lo primero que le pone en la boca apenas hace buahh, en lugar de alzarlo y consolarlo de otra manera. Esto es más frecuente de lo que se cree. 

Conclusión: para dejar el chupete es necesario que el bebé y los papás se animen a pasar al siguiente nivel.

Estar convencidos

El primer paso es estar seguros de que llegó el momento. Si hay culpa, cualquier estrategia que se intente no resultará. Los bebés son muy perceptivos de los gestos, los tonos de voz y las conductas, y se dan cuenta fácilmente cuando no están convencidos de lo que le dicen. Estar seguros permitirá que le transmitan la confianza de dar este paso juntos.

Cómo ayudarlo

  • Empezar por explicarle que ya no es un bebé; que solo los bebitos usan chupete; que él está creciendo, y por lo tanto, llegó la hora de dejarlo. 
  • Buscar juntos el momento y la manera de despedirse. Deja volar tu imaginación y ten en cuenta sus gustos e intereses para pensar la mejor idea.
  • Elegir una fecha especial. Navidad, Reyes, Pascuas, su cumpleaños, el ingreso al jardín o un cambio de salita, pueden ser buenas ocasiones para dejar el chupete.
  • Tomar la decisión de tirarlo. Por ejemplo, si se rompe, es una buena oportunidad para desecharlo, porque ya no sirve.
  • Proponerle que lo regale. Por ejemplo a Papá Noel, a cambio de un obsequio. Cuando se acerca Navidad, pueden visitar a Santa Claus en un shopping y darle el chupete. También se lo pueden “regalar” a un animalito, para que se lo dé a sus cachorros (una idea es dejarlo en la ventana, “para que las palomas se lo lleven a sus pichones”).

Llegó el momento

Es importante que tu bebé esté involucrado activamente en la decisión, para estar seguros de que luego quiera cumplirla. Elijan el día, que no esté ni muy cerca ni muy lejos, y cuando finalmente lo hayan hecho no den marcha atrás. Y un último consejo: hacer de ese día un momento especial, pero tampoco lo conviertas en algo “tan especial” que genere demasiada ansiedad, porque eso es, justamente, lo que puede provocar su arrepentimiento.

Es cierto: la etapa de bebé se termina pero vienen otras, tan diferentes como hermosas. Si estás convencida de esto, te resultará más fácil acompañar a tu hijo a crecer sin temores.

Asesoró: Dra. Mariana Czapski, Psicóloga y Especialista en psicología clínica

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