Los fascinantes reflejos del recién nacido
En la consulta con el neonatólogo los papás se quedan asombrados y se divierten mucho cuando ven a su bebé hacer tal o cual cosa. Pero más allá de lo gracioso que puedan resultar algunos de ellos, los reflejos son un excelente indicador que da cuenta de su salud neurológica.
¿Pero qué es un reflejo? Es la respuesta involuntaria y automática a un estímulo determinado, que se hace sin pensar. Todos los bebés nacen con una serie de reflejos, muchos de los cuales hacen posible su supervivencia: por ejemplo, gracias al reflejo de succión puede alimentarse.
Dado que el bebé ya los trae al nacer, se los denomina “arcaicos”. Muchos perduran de por vida, mientras que otros reflejos son temporarios, y desaparecen con el correr de los meses. Que estén presentes al nacer así como que se vayan esfumando con el tiempo, es un parámetro que permite evaluar el desarrollo de su sistema nervioso.
Primero el neonatólogo y más adelante el pediatra controlarán los reflejos del bebé en cada una de las vistas de rutina.
Los reflejos
A continuación vas a encontrar un listado de los principales reflejos que podemos observar en los recién nacidos:
Temporarios
Son los que, con el correr de las semanas o los meses, se irán desvaneciendo hasta desaparecer.
- El reflejo de marcha
Sin duda es el reflejo que más sorprende a los papás cuando el pediatra examina al bebé.
Cuando se lo sostiene del tronco en posición vertical (como si se lo quisiera parar) y sus pies se apoyan en una superficie plana, el pequeño flexiona y levanta una pierna y después la otra, como si quisiera dar pasitos y caminar.
Duración: 45 días de vida. - Reflejo de Moro
Cuando el bebé se asusta o se sobresalta por un ruido fuerte, o cuando se siente inseguro porque se practica una maniobra repentina o tiene sensación de caer, el bebé abre y extiende bruscamente las piernas y los bracitos hacia los lados, y después los cierra, como en un abrazo. Este reflejo es uno de los que el pediatra examina durante las visitas de rutina, porque brinda información sobre el tono muscular del bebé.
Duración: comienza a desvanecerse a partir de los 2 meses. - Reflejo perioral o de búsqueda
Es el reflejo que le sirve para buscar el alimento. Cuando se le roza la mejilla con el pezón o con un dedo, el bebé gira la cabeza en dirección al estímulo y abre la boca, “buscando” el pecho de la mamá.
Duración: 4 meses - Reflejo de succión
Si metemos un dedo, un chupete, o el pezón dentro de la boca del bebé, comienza a succionarlo con vigor. Este reflejo está presente aún antes de nacer, y muchas veces se lo puede comprobar durante una ecografía, al ver cómo el bebé se chupa el dedo dentro del útero materno. Se trata de un reflejo vital, ya que hace posible que el pequeño pueda alimentarse desde el momento mismo en que nace.
Duración: si bien el bebé seguirá succionando el pezón o la mamadera, el reflejo de succión propiamente dicho desaparece alrededor de los 4 meses. - Reflejo de prensión palmar
Si colocamos un dedo o cualquier objeto en la palma de su mano, el bebé la cerrará con fuerza flexionando los dedos y lo traccionará hacia él. Es otro de los reflejos que dejan boquiabiertos a los padres: si se le colocan ambos dedos en sus manos, se agarrará con tanta fuerza que se lo puede levantar, y será capaz de sostener todo su peso y mantenerse colgado, sujetándose únicamente con sus manitos.
Duración: persiste hasta los 3 o 4 meses. - Reflejo de prensión plantar
Similar al de prensión palmar, al deslizar un dedo por la planta del pie, desde el talón hacia los deditos, el bebé doblará el piecito hacia adentro, como si intentara “agarrar” el dedo.
Duración: comienza a esfumarse a los 6 meses. - Reflejo del esgrimista o tónico del cuello o de la nuca
Cuando el bebé está acostado boca arriba gira la cabeza hacia un lado, extiende el brazo que se encuentra en dirección a su mirada, y al mismo tiempo flexiona el brazo y la pierna del lado contrario. Y si rotamos su cabecita hacia el otro lado, invierte la posición.
Duración: no es tan evidente al nacer, sino que se observa desde los 2 hasta los 6 meses.
Permanentes
A diferencia de los temporarios, estos reflejos no desaparecen sino que persisten para toda la vida.
- Reflejo de parpadeo
¿Su función? Proteger la córnea. Es el reflejo que hace que, sin pensarlo, cerremos los párpados cuando algo se está acercando a los ojos o ante una fuente de luz intensa. - Reflejo del estornudo
Se trata de un reflejo que se manifiesta cuando las vías nasales se irritan, y que, como todos sabemos, nos acompaña toda la vida. Para tener en cuenta: es normal que un recién nacido estornude, y no quiere decir que está resfriado. - Reflejo nauseoso
Frente a un estímulo en la garganta o en la parte posterior de la boca, se produce la sensación de náuseas. - Reflejo del bostezo
Se cree que la función de este reflejo es aportar oxígeno adicional. Los recién nacidos suelen bostezar mucho, pero no necesariamente significa que tienen sueño. - Reflejo de la tos
Funciona igual en los recién nacidos que en los adultos: tose frente a un estímulo en las vías respiratorias.
Con el asesoramiento de Dr. Miguel Tacconi, Médico neonatólogo y pediatra
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