¿Tu bebé no acepta el biberón? Consejos para una transición suave
El regreso al trabajo puede ser un momento lleno de emociones para las mamás. No solo por la separación, sino también por la preocupación de que tu bebé rechace el biberón. Aunque estés preparada, extrayendo leche y buscando lo mejor para tu hijo, el escenario de que no quiera tomarla cuando no estás puede generar mucha ansiedad. Aquí te ofrecemos algunos consejos para enfrentar esta situación.
Entendiendo el rechazo
Es completamente natural que tu bebé prefiera el pecho. Después de todo, está acostumbrado a la calidez, el olor y la cercanía que comparte contigo durante la lactancia. Cuando le ofrecés el biberón, aunque esté lleno de tu leche, es un objeto extraño. ¿Por qué querría cambiar el tibio y suave pezón por una tetina desconocida? Vos te preguntás por qué rechaza la mamadera… ¡y él se pregunta por qué no le das su teta! Este rechazo no es raro y tiene más que ver con el apego y la familiaridad que con una falta de hambre. Ponete en su lugar: está al lado tuyo, en tus brazos, sintiendo tu calor, tu olor y mirándote, y así es natural que prefiera tomar de tu pecho, sin “intermediarios”, y que se rehúse a alimentarse de otro modo.
Practicar con anticipación
Una de las claves para una transición exitosa es comenzar a practicar con tiempo. Introducí el biberón gradualmente antes de que termine tu licencia de maternidad, permitiendo que tu bebé se acostumbre a una nueva forma de alimentarse. Es fundamental que esta práctica no la realices vos, sino—idealmente—la persona que lo cuidará cuando no estés. De esta manera, tu bebé no asociará el biberón contigo y entenderá que es otra persona quien lo alimentará en tu ausencia.
Creando un vínculo con la persona que lo cuidará
Antes de tu regreso al trabajo, es beneficioso que tu bebé pase tiempo con quien lo cuidará. Establecer este vínculo con anticipación ayudará a que tu hijo se sienta más cómodo y seguro, lo que puede facilitar la aceptación del biberón. Esta transición debe ser gradual, permitiendo que ambos se conozcan y desarrollen confianza.
Manteniendo la lactancia y manejando la culpa
Desde un mes antes de que termine la licencia, podés comenzar a extraer leche y guardarla en el freezer. De esta forma, juntarás una buena reserva para los meses venideros. Si bien es ideal que tu bebé continúe recibiendo tu leche, no te sobreexijas. Si no lográs almacenar suficiente leche, no te frustres. Aún podés continuar amamantando cuando estés en casa. En caso de que la leche materna no sea suficiente, existen fórmulas maternizadas que pueden complementar su alimentación. Consultá con tu pediatra para que te guíe sobre la mejor opción para tu bebé.
Es frecuente que las mamás sientan culpa por volver al trabajo o por complementar la lactancia con un biberón de leche maternizada. Pero nada de eso. Es importante recordar que, si bien sos mamá, no podés dejar de lado otro aspecto tan importante en tu vida como es tu trabajo. Criar a tu hijo de manera saludable también incluye cuidar de vos misma y de tus otras responsabilidades.
Conclusión
El rechazo al biberón puede ser desafiante, pero con paciencia y planificación, es posible lograr una transición suave. Lo más importante es mantener la calma y recordar que hay soluciones para que tu bebé se alimente bien, incluso en tu ausencia.
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