A qué jugar con tu bebé (7 a 12 meses)

Para el niño, el juego es mucho más que un juego: es una actividad sumamente importante. Veamos a qué podés jugar con tu bebé, desde los 7 meses y hasta que sople su primer velita.

7 meses

A esta edad, el bebé ya es capaz de aplaudir y de pasar un objeto de una mano a la otra.

• La ronda: Este juego estimula la coordinación motriz. Enlazados en una ronda, los miembros de la familia se pasan un juguete de mano en mano, haciéndolo circular, mientras cantan una canción. 

• Tortitas: La consigna es aplaudir al compás de la rima: primero vos, y luego ayudando a que tu bebé lo haga con sus propias manitos. Además de acompañar el descubrimiento de las manos, este juego estimula la coordinación motriz, porque tu bebé deberá coordinar la vista y el movimiento de sus manitos para poder aplaudir. 

• Teatro de títeres: A medida que va creciendo, podés armar historias donde intervengan más personajes. Incentivalo a participar: de esta forma estimulás sus habilidades sociales y el desarrollo del lenguaje. 

8 meses

El bebé empieza a anticipar sucesos, y sus conductas comienzan a estar guiadas por cierta intencionalidad. Mueve las manos con mayor soltura, golpea los objetos contra la mesa y disfruta tirándolos al piso en forma incansable. Cuando algo se encuentra lejos, se estira para alcanzarlo. Ya se mantiene sentado sin apoyo, puede sostener la mamadera y responde cuando se lo llama por su nombre. ¿A qué jugar?

• La batería: Usando algunas tapas de ollas u otros objetos que no corran riesgo de ser abollados y una cuchara de madera (lo más liviana posible), mostrale los sonidos que puede lograr. De esta manera habrás improvisado su primera batería, y estarás estimulando el desarrollo motriz y la coordinación.

• Pelota rebotadora: Este juego estimula la coordinación de las manos. Dale una pelota de goma pequeña para que la arroje, dejala rebotar en el piso, atrapala y volvé a ofrecérsela. 

• Atrapando vegetales: Seleccioná juguetes livianos (por ejemplo las verduras de plástico que se venden en las jugueterías). La consigna es que tu bebé las arroje y que vos las atrapes usando un colador grande.

9 meses

El bebé ya saluda para despedirse, y comienza a tener cierta noción de que los objetos existen aun cuando él no los vea. ¿A qué jugar?

• Chau Don Juanito: Mientras cantás “Chau Don Juanito”, pedile que mueva su mano haciendo el gesto de chau. Para poder jugar, tendrá que estar atento al momento de la canción donde pronunciás esa frase.

• Tirar de la cuerda: Atá una cuerda a un autito y mostrale cómo acercarlo tirando de la soga. Probá escondiendo el auto debajo de la cuna o de un sillón, para que aparezca al tirar de la cuerda. Este juego de aparición y desaparición lo ayuda a consolidar la noción de permanencia de objeto, y a seguir elaborando los momentos de separación de su mamá. 

10 meses

Usa el pulgar y el índice en forma de pinza y eso le permite tomar objetos más pequeños. También es capaz de resolver algunos problemas sencillos. ¿Qué juegos compartir con tu bebé?

• Romper papeles: Estimula la motricidad fina y el uso de la “pinza”. Dale papeles, hojas de revistas que ya no uses y alentalo a romperlos. La experiencia le resultará divertida y querrá repetirla una y otra vez. La única condición es que estés atenta para que no se lleve el papel a la boca.

• Detectives: El juego consiste en colocar un juguete dentro de una caja: la curiosidad lo llevará a descubrir cómo se abre para investigar qué hay en su interior. Esta actividad estimula el desarrollo intelectual y la idea de permanencia de objeto.

• Sortear obstáculos: Colocá algunos juguetes que le gusten mucho en diferentes lugares. La idea es que para alcanzarlos tenga que vencer algún obstáculo, por ejemplo, esquivar toallas enrolladas que se interpongan en su camino. Este juego estimula su capacidad de razonamiento.

11 meses

La motricidad, cada vez más desarrollada, le permite prepararse para caminar. Si le das dos bloques es capaz de apilarlos uno encima del otro, y se entretiene con juguetes de encastrar. Le gusta jugar a encontrar un objeto que se cae o que está escondido, y logra reconocer a los familiares cercanos en las fotos. 

• Búsqueda del tesoro: Mientras te está mirando, escondé algún juguete debajo de una manta. Si no lo busca mostrale cómo hacerlo, y cuando lo encuentre festejá con grandes sonrisas. Este juego estimula su capacidad de razonamiento.

• Conocido, desconocido: Armá un álbum con fotos de integrantes de la familia y de personas que tu hijo no conoce, y observá las diferentes expresiones de su rostro cuando le mostrás cada una. Contale quienes son y proponele aplaudir cuando aparece él en alguna imagen. Luego cambiá la consigna a otra persona que elijas. Háganlo juntos y usá tu expresividad para acompañar cada descubrimiento. De esta manera estimulás la comprensión del lenguaje y la imitación de conductas.

12 meses

Por medio de la exploración, tu bebé descubre las cualidades y características de los objetos. Camina con apoyo, utilizando las manos de un adulto para mantener el equilibrio. Dice palabras sueltas y responde con acciones correctas algunas órdenes simples. ¿A qué jugar?

• Pequeño gourmet: Ofrecele frutas de diferentes sabores y alentalo a ir probándolas, usando sus propias manos. Festejá sus logros y pedile que te muestre cual le gustó más. Luego alterná el juego pidiéndole que le dé comer a sus muñecos. De esta manera estimulás el cumplimiento de órdenes sencillas y la incorporación de diferentes sabores a su alimentación.

• El atelier: Este juego estimula la capacidad creativa, el dominio y la coordinación de las manos. Colocá hojas grandes de papel en el piso y dale crayones gruesos para que pueda desplegar su creatividad. Permitile ensuciarse, y creá las condiciones para que el juego se desarrolle sin preocupaciones, usando la ropa adecuada y materiales que no resulten tóxicos. 

• Lectura de cuentos: El bebé ya disfruta de mirar los libros y escuchar sus historias. Para captar su interés, deben ser cuentos cortos y libros de hojas gruesas y con ilustraciones coloridas. Esta actividad estimula el desarrollo del lenguaje.

Asesoró: Dra. Mariana Czapski, Psicóloga y Especialista en Psicología Clínica

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