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Acidez en el embarazo: 10 consejos para aliviarla

Si bien algunas mujeres la padecen a lo largo de todo el embarazo, la acidez suele presentarse con mayor frecuencia durante el tercer trimestre.

La acidez es uno de los síntomas característicos de la gestación. Se manifiesta con una sensación de ardor detrás del esternón, y una excesiva producción de saliva, debida principalmente al desplazamiento del estómago provocado por el útero en constante crecimiento.

Lógicamente, la situación empeora a medida que el bebé crece y el útero aumenta de tamaño, de modo que hacia el final del embarazo se convierte en una molestia por demás común. Después del parto, la acidez comienza a disiparse, ya que también desaparecen las causas que la provocaban.

Las causas de la acidez

Al comer, los alimentos pasan de la boca al esófago, y desde allí al estómago, a través de una “válvula” llamada cardias, que se cierra una vez que ingresan. Pero si este orificio no se cierra, el ácido del estómago sube al esófago (lo que se conoce como reflujo),  provocando una irritación que da origen a la acidez.

Durante la gestación, los movimientos peristálticos del sistema digestivo (esófago, estómago e intestinos) disminuyen, por lo que la digestión se torna más lenta. Pero eso no es todo… las hormonas una vez más hacen de las suyas: debido al aumento de la progesterona y de los estrógenos, esa “válvula” gastroesofágica se relaja, permitiendo que el contenido gástrico fluya hacia el esófago, mezclado con los jugos ácidos del estómago. Los síntomas suelen ser más intensos después de las comidas, aunque algunas mujeres los padecen a lo largo de todo el día.

Después del parto, la acidez comienza a disiparse, ya que también desaparecen las causas que la provocaban.

Cómo aliviar los síntomas

  • Evita las comidas muy abundantes. Lo recomendable es fraccionar los alimentos en pequeñas porciones a lo largo del día.
  • Al sentarte, hazlo en posición erecta (bien derechita).
  • No uses ropa que comprima la zona del estómago.
  • No te acuestes inmediatamente después de comer. Lo ideal es cenar lo más temprano posible, de modo de no tener que acostarte apenas terminas.
  • Durante las comidas, evita beber demasiado. Los líquidos contrarrestan la concentración de los jugos gástricos, necesarios para una buena digestión.
  • Beber leche fría puede aliviar la sensación de acidez.
  • Los dulces, los fritos y los picantes pueden provocar más acidez. Trata de evitarlos.
  • Evita las infusiones que contienen cafeína (café, té, mate), así como las bebidas cola no dietéticas.
  • Los antiácidos no siempre resultan efectivos. Jamás los consumas sin antes consultar con tu obstetra.
  • Para dormir o descansar, conviene hacerlo en posición semisentada, colocando dos o tres almohadones por detrás de la espalda o bien elevando la cabecera de la cama. De esta manera, se evita que el reflujo llegue a la boca.

Asesoró: Dr. Mario Sebastiani, Médico Obstetra


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